MundusNET
Nº 12:
-La pelea entre
Google y Yahoo!
-El movido mundo
de los celulares.
-Adicción a las NT
Por Daniel do Campo Spada.
(Especial para Komunicacion.com.ar)
BUENOS
AIRES.- La Argentina goza de uno de los sistemas de distribución
de publicaciones más democrático del mundo. Gracias al mismo,
tienen la misma posibilidad de llegar a los lectores los medios muy vendidos
como los pequeños de muy corta tirada. La regulación en la
forma de hacer llegar a todo el país a las publicaciones gráficas
no solo permite una competencia relativamente sana entre los dueños
de las paradas sino que de una u otra forma queda garantizada la pluralidad
ideológica de los lectores, base esencial de cualquier país
libre. Sin embargo, empresas defensoras del libre mercado justamente
pretenden realizar lo contrario, poniendo en peligro las paradas, sin las
cuales solo leríamos una parte de la historia: la que los poderosos
quisieran contar.
Durante la ola neoliberal de los 90, desde los principales períódicos
porteños, con La Nación a la cabeza, se busca desregular el
mercado para poder vender fundamentalmente en los supermercados o en las
tiendas de superbrands (Mc Donalds, Wall Mart, Carrefour, etc), lugares
a los que concurre el target con mayor poder adquisitivo. Una prospectiva
nos permitiría visualizar que después de un tiempo, sin paradas
que sobrevivan, solo podríamos leer diarios y revistas pertenecientes
a las empresas que tienen la capacidad económica suficiente como
para poder sostener puntos de venta. Las pequeñas, desaparecerían
por la imposibilidad de sostener un sistema mínimamente parecido
al actual. Esto ha generado idas y vueltas en tribunales que aún
pelean los editores del establishment con el sindicato de diarieros.
Pero la inmovilidad no iba a ser la conclusión de los ataques a la
forma actual de distribución. Con la estabilidad de la economía
y la recuperación del sistema financiero se comenzó a fomentar
una forma de adquisición muy común en Estados Unidos y Europa:
las suscripciones. Pero aquí viene lo paradójico, ya que le
quitan el porcentaje al diariero, a pesar de lo cual lo quieren utilizar
para el reparto de los ejemplares (¿?) sin darle parte en el cobro.
Quien abrió esta mecánica de enfrentamiento fue la edición
argentina de la revista norteamericana Selecciones del Reader's Digest que
no dejaba absolutamente nada de comisión al canillita,
según nos informó Jorge Vaqueiro, propietario de una de las
paradas mas pujantes de los barrios de Flores y Parque Chacabuco. Ante la
lógica reacción de las paradas, que pasó por no vender
el ejemplar, pretendieron moderar el descontento dejando menos de $ 10 ctvs
por un ejemplar de $ 7,90. El porcentaje que la reglamentación comercial
le deja al quiosco es de un 32 % del precio de tapa.
El segundo embate provino nuevamente del diario patricio de los Mitre-Saguier,
que al calor de la creación de su unidad de negocios Grupo de Revistas
vende por suscripción sus títulos Rolling Stones, Cinemanía,
Lugares, Living, Living Especial, Jardín, Jardín Especial,
Brando y Gatopardo compitiendo con las ventas en el quiosco. La distribución
la hacen a través del puesto de diario dejándoles apenas el
3 % contra el 32 % estipulado por ley en la venta en el puesto. Esa diferencia
la canalizan regalándole ediciones (una o dos de acuerdo a los casos)
a los suscriptores, quienes se ven tentados con ese ahorro que busca dejar
afuera a los diarieros. En el caso de que la parada se niegue a la entrega
como forma de resistencia, recorren los domicilios de los suscriptores con
la distribuidora La Recova, que no escatiman esfuerzo en mover un camión
para solo entregar un ejemplar. Como se puede apreciar, no hay una diferencia
notable hacia los editores, por lo que se deduce facilmente que la decisión
estratégica es eliminar al intermediario, que es una forma de dejar
afuera a la competencia.
La editorial Perfil adopta una política discriminada en su
revista Fortuna, de la cual deja $ 32 ctvs de comisión contra un
precio de tapa de $ 8,80 y en el caso del diario de fin de semana Perfil
(ediciones de sábado y domingo) deja el porcentaje equivalente a
una compra en la vereda (32 % del precio de tapa), afirmó Vaqueiro.
La empresa de Jorge Fontevecchia, que no da puntada sin hilo, mantiene sin
embargo una estructura que de la noche a la mañana sería capaz
de saltear a las paradas.
Las revistas Apertura, Information Tecnogologhy y el diario El Cronista,
del empresario colombiano De Narváez, regalan un pen drive por la
suscripción anual. La revista católica de cultura Criterio,
regala una edición de lujo del libro que sobre Juan Pablo II hizo
el Reader´s Digest. En ambos casos, llegan a través del correo,
salteando directamente a los puestos de diarios.
Uno de los ataques pasa también por los supermercados. Cabe recordar
que en Estados Unidos es tal el poder de venta de Wall Mart que se da el
lujo de censurar publicaciones que denuncien algo de su habitual maltrato
a sus empleados. En Argentina aún quedan las estaciones de servicio
y el supermercado Disco, que vende a cuenta de las paradas cercanas a sus
sucursales, con las cuales comparte las ganancias, aunque devuelve el dinero
a los sesenta días mientras que el diariero debe mantener su cuenta
al día con el distribuidor en una frecuencia no mayor a la semanal.
La politica draconiana que los supermercados impusieron al mercado minorista
se traslada de una u otra forma a todos los segmentos de comercialización,
de lo cual no es una excepción el principal canal de distribución
de manejo de la opinión pública.
Komunicacion.com.ar
Diciembre 2007-12-21
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