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PUERTO
PRINCIPE.- Jean Bertrand Aristide renunció a la Presidencia de Haití,
a la que había pretendido aferrarse hasta el 2006. Sin control ninguno
sobre el caos reinante en casi todo el país, sin el apoyo de Estados
Unidos y Francia, abandonó el país con destino incierto. Un
día antes, los rebeldes habían detenido su avance en las afueras
de la capital. Los norteamericanos les habían prometido que el mandatario
dimitiría. Eso evitó mas derramamiento de sangre, en una crisis
de quince días que costó una cifra cercana a los 100 muertos
y en la cual los opositores fueron ganando uno a uno los pueblos a fuerza
de luchas sangrientas y saqueos.
En estas horas, se desconoce de que forma se reinstitucionalizará
el poder. Algunos creen que las Naciones Unidas podría formar un
gobierno de emergencia con presencia militar estadounidense y francesa.
La Argentina, ha destinado cincuenta gendarmes, con la misión de
proteger la embajada y los escasos (no llegan a diez) compatriotas registrados
en el consulado. En un operativo comando, se evacuó una familia de
connacionales que arribó a salvo a Buenos Aires. En la primera semana
de conflicto habían sido sacadas del territorio dos monjas de nuestro
país.
Entre los rebeldes, se teme que estén figuras de las últimas
dictaduras que han azotado al pequeño país caribeño,
el mas pobre del hemisferio occidental.
La ayuda a Artistide en armas y efectivos que había ofrecido Sudáfrica,
no llegó con la rapidez necesaria.
Febrero 2004-02-29 ©