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El
oficialista Partido de los Trabajadores (PT) obtuvo una importante ampliación
de su base de poder en los comicios municipales, obteniendo seis triunfos
en grandes ciudades, aunque debe ir a segunda vuelta en la poderosa ciudad
de San Pablo, cuna del fenómeno petista. Cerca de 120 millones de
votantes eligieron 5.500 intendentes y 55.000 concejales.
Luis Ignacio Lula Da Silva, se mostró satisfecho de los resultados
aunque el magro desempeño de la intendenta paulista Marta Suplicy
(35 %) obliga a un fuerte redireccionamiento de cara a la segunda rueda,
en la que el candidato derechista del Partido Socialdemócrata Brasileño
(PSDB) José Serra reunió el 43 % de los sufragios. Seguramente
desde el Gobierno Nacional instrumentarán una alianza que les permita
retener la conducción de la ciudad mas grande del país. No
se descarta que ello redunde en puestos en la estructura de las oficinas
de Brasilia.
El Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), otrora
el partido fuerte, tuvo un flojo desempeño relegándolo al
tercer puesto en casi todas las mesas de votación. Paulo Maluf, su
histórico dirigente, prácticamente no figuró en los
resultados de San Pablo. En la misma ciudad, fue pobrísimo el resultado
obtenido por Ribeirao Preto, candidato del Ministro de Economía de
la Nación, Antonio Palocci (uno de los no integrantes del PT en el
gabinete).
El PT ganó en setenta y dos ciudades de más de 200 mil habitantes,
dentro de las que se encuentran veintiséis capitales de estado. De
todas formas, son relevantes los municipios de Belo Horizonte, Recife, Aracaju,
Macapá, Palmas y Río Branco.
La ex capital Río de Janeiro quedó en manos de César
Maia del Partido Frente Liberal (PFL), en lo que representa una isla dentro
del panorama electoral del Brasil.
Además de San Pablo, en otras diez ciudades se debe ir a una segunda
vuelta, en las que el PT está presente en todas.
Octubre 2004-10-09 ©