JERUSALEM.-
El Vicario de Cristo, Su Santidad Benedicto XVI sorprendió a propios
y extraños con una firme posición en el tema de Medio Oriente,
cuando en plena visita a la comunidad israelita de Tel Aviv reclamó
la existencia de un Estado Palestino para que se pueda hablar de paz. No
solo la firme posición vaticana despertó asombro, sino la
circunstancia de que se lo haya dicho al gobierno de Benjamín Netanyahu,
con claro perfil racista anti árabe.
Benedicto XVI visitó Jordania, los territorios ocupados de Palestina
y la ciudad de Tel Aviv, oportunidades en las que se entrevistó con
todas las autoridades máximas y abogó por sacar el muro que
los judíos han construido para cercar a los palestinos en su propia
tierra y pidió una Ciudad Santa abierta al mundo, ya que es la sede
mística de las tres grandes religiones monoteístas y no patrimonio
exclusivo del sionismo.
Condenó la masacre reciente en la Franja de Gaza llevada a cabo por
el ejército de Tel Aviv con mas de medio millar de víctimas
fatales que incluían más de 500 niños. La visita a
la región fue resistida por las organizaciones sionistas, que desconfían
del pasado de Benedicto XVI, quien era un joven durante la creación
de la Alemania nazi.
No habrá paz mientras los palestinos no tengan su propio territorio
que les permita vivir tranquilos, reiteró en medio de los israelitas,
que por el contrario entronizaron a uno de los gobiernos más racistas
desde la aventura comenzada en esas tierras en la década del cuarenta.
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MAYO 2009-05-16