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BUENOS AIRES.-
Tras los escándalos en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires,
en los que una centena de agitadores rompieron la entrada ante la pasividad
de la Policía Federal, el Presidente Néstor Kirchner decidió
el desplazamiento del Ministro del área, Gustavo Béliz. En
su lugar fue designado Horacio Rosatti, de extrema confianza del actual
Jefe de Gobierno. El ex funcionario, lejos de marcharse en silencio, prendió
el "ventilador" y denunció la existencia de mafias en la
Secretaria de Inteligencia del Estado (SIDE).
A pocas horas de haber abandonado el cargo, en un reportaje cedido al opositor
Canal 9 de la Capital, denunció la existencia de agentes que filtran
las comunicaciones telefónicas y la vida privada de políticos,
material con el cual luego son extorsionados. Incluso, mostró el
rostro de un agente de contrainteligencia, violando una ley secreta que
impide la difusión de información sensible para la seguridad
del Estado. Se cree que por ello se lo podría denunciar si sigue
vociferando a todos los vientos cosas tales como un presunto manejo autoritario
del primer mandatario para con su gabinete y colaboradores.
El Secretario de Seguridad, carlos Quantín también quedó
cesante, a raíz de considerárselo del propio riñón
del ex Ministro (quien también lo fue del Presidente prófugo
Carlos Menem).
Julio 2004-07-31 ©