MAR
DEL PLATA.- La presencia del Presidente de Estados Unidos, George Bush (h),
en la Cumbre de las Américas el próximo noviembre, ha comenzado
a alterar la vida de los marplatenses. Las fuerzas de seguridad norteamericanas
llevan ya casi un año de labor en el terreno, con una detallada ficha
del sector de la ciudad en que se desarrollará este evento.
En un despacho en uno de los mas lujosos hoteles de la Ciudad Feliz,
los agentes extranjeros concentran la información de todo lo que
ocurre en la mas tradicional ciudad de veraneo de Argentina. En sus archivos
están catalogados todos los grupos políticos, culturales,
religiosos y hasta deportivos, en búsqueda de un posible terrorista
que pudiera atentar contra el titular de la Casa Blanca. La policía
local ha aprendido a mirar para otro lado ante la presencia fisgoneante
de estos hombres de negro que simulan en mucho a lo visto en las películas.
Hablan inglés y te das cuenta que no son turistas, comenta
uno de los agentes de la Policía bonaerense que pidió no identificarse.
Por orden del Ministerio del Interior de la Nación, tienen prioridad
de acceso a archivos y prontuario de todo aquel que le despierte sospechas.
Ya ha comenzado el censo de los habitantes de la zona de restricción,
quienes recibirán una credencial inteligente con la cual podrán
entrar y salir de esa área. No podrán recibir visitas y los
comercios deberán venderle solo a los vecinos autorizados. Los sistemas
de salud han armado una red interna, porque ni aún ante casos de
emergencia podrán ingresar al perímetro de varias manzanas.
Los vecinos contraatacaron con el pedido a las autoriades nacionales que
por su seguridad (la de ellos), no permitan el ingreso de Bush, quien no
es persona grata.
Agosto 2005-08-15 ©