BUENOS
AIRES.- Los actos del Presidente Néstor Kirchner y su esposa Cristina
en Estados Unidos, con motivo de su viaje para la Asamblea de las Naciones
Unidas demuestran que el territorio de la campaña electoral es el
mundo. En Buenos Aires, Chiche Duhalde cambia la moderación inicial
y acusa al oficialista Frente de la Victoria como el Partido Piquetero.
La izquierda sigue dispersa y la derecha disimula sus peleas hasta el 23
de octubre.
En sendos encuentros con los residentes argentinos en Nueva York, donde
no faltaron ni los choripanes, el mandatario no dudó en aprovechar
la tribuna para seguir lanzando improperios contra los duhladistas, únicos
capaces de disputarle la conducción del Justicialismo y de los que
se valió para llegar a la Presidencia hace dos años. Cristina
Kirchner incluso participó de un sospechoso acto académico
sobre la comunicación política, donde pretendió dar
una imagen erudita al respecto, pero con las entonaciones marcadas y rostros
agudos que pone en la tribunas bonaerenses, rosarinas o porteñas
en la que desarrolla el proselitismo de su lista.
Chiche Duhalde, por el contrario, comienza a cometer un error que le había
cedido al kirchnerismo en la primera parte, que es el insulto o el agravio
innecesario. La esposa del ex Presidente no parece tener el tacto de su
esposo, ya que tildó a las listas del Frente de la Victoria como
un conjunto de comunistas, ex peronistas y piqueteros. De esta forma centra
su electorado apenas en el círculo mas cerrado de militantes y adherentes
justicialistas del conurbano. Los independientes, que son los que terminan
desequilibrando, ven con desconfianza estas movidas.
El radicalismo sigue en su nueva forma de hacer campaña. Luis Brandoni,
candidato a Senador por la Provincia de Buenos Aires, repite la mecánica
que aplicaba en la Ciudad de Buenos Aires, donde se reune en los cafés
para charlar con los presentes. Su imagen televisiva le reporta cierta garantía
de convocatoria, pero no al extremo de actos multitudinarios. Facundo Suárez
Lastra, en cambio, en la Capital, tiene encuentros en hogares de porteños
que lo convoquen y que le aseguren entre diez y quince asistentes.
La izquierda sigue dispersa, con candidaturas redundantes en casi todo el
país, desaprovechando lo que se supone es el 15 % del electorado,
capaz o ávido de seguir propuestas progresistas.
La derecha en cambio, simula una alianza entre Ricardo López Murphy
y Mauricio Macri hasta los comicios de Octubre, ya que recién a posteriori
blanquearían las diferencias entre los candidatos de Buenos Aires
y Capital Federal respectivamente. Los seguidores del ex Ministro de Economía
de Fernando De la Rúa creen que los actos de campaña organizados
por el macrismo son una verdadera payasada.
Septiembre 2005-09-20 ©