BUENOS
AIRES.- Al menos por un día, la Cámara de Diputados se demostró
a sí misma que también puede ser artífice de la historia,
relegando en una sesión el rol de furgón de cola del Poder
Ejecutivo que interpreta desde hace décadas. La ley de rescate de
los deudores hipotecarios y la suspensión de los remates de viviendas
únicas fue el motor inicial para arrimar el necesasrio quorum de
129 legisladores, que el Gobierno intentó boicotear.
Cuando nadie lo esperaba, comenzaron a llegar diputados que empezaron a
demostrar que reunir la cantidad mínima necesaria era posible. Legisladores
peronistas del duhaldismo, del ARI, radicales y provinciales se iban sentando
en sus bancas, hasta que faltaban dos. En ese momento, se negoció
las presencias de Carmen Alarcón (PJ Santa Fé, de Reutemann)
quien puso como prenda de negociación la ley para proteger la refinanciación
de los pequeños productores agropecuarios y de Claudio Lozano (CTA
Ciudad de Buenos Aires), quien logró que se apruebe un pedido de
informes al PE por el uso de los excedentes fiscales. Las tres leyes han
trascendido por la lección que dió a toda la clase política,
aunque se supone que el Senado las rechazará ya que allí el
Club de Gobernadores que apoya al Presidente Néstor Kirchner las
bloquearán.
Los deudores hipotecarios quedaron desguarnecidos cuando al caer la Convertibilidad,
sus cuotas fueron mantenidas en dólares cuando los salarios quedaron
en pesos. Mes a mes, muchas familias pierden sus viviendas a manos de especuladores
inmobiliarios y financieros ante la pasividad de las autoridades, que ni
siquieran le dan el peso que merece el fondo fiduciario creado a tal efecto
en el Banco Nación. Muchos propietarios pagan sus cuotas al día
al mismo y a pesar de ello, jueces sospechados de corrupción terminan
avalando los remates que les hacen perder todo su patrimonio.
Algunos comentarios creen que las inversiones que la pareja presidencial
tiene en el rubro inmobiliario han permitido el juego a este vacío
legal que solo favorece a las corporaciones. Una situación similar
es la de los deudores agropecuarios, quienes pierden sus campos como consecuencia
de inclemencias climáticas que les hacen perder sus cosechas.
FALTA LO DE LOZANO.