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Anuario.
EL TEMA
DEL AÑO
Francia roba niños en el tercer mundo.
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2000-2008
BUENOS
AIRES.- La Presidenta Cristina Fernández recibió en la Casa
Rosada al embajador norteamericano Earl Antony Wayne, con claras intenciones
de distender la tensa relación con la superpotencia capitalista.
El diplomático dijo que el incidente de la maleta con dinero en efectivo
que el agente de la CIA Antoniny Wilson quiso ingresar de contrabando a
la Argentina, pertenece al ámbito judicial y no al político.
Los intentos de intromisión permanente y de boicot por parte del
gobierno de Washington desde la caída del Presidente Fernando De
la Rúa. Los gobiernos de Eduardo Duhalde primero y Néstor
Kirchner después, cambiaron la habitual bonomía de los años
90, en los que Carlos Menem impuso las relaciones carnales en
las cuales se convirtió en el principal aliado incondicional de Estados
Unidos. Tras el derrumbe del 2001, cambiaron los tiempos y la independencia
de criterio en política interior y fundamentalmente en la exterior
disgustaron a la administración de George Bush hijo.
A diferencia de su predecesor, Cristina Fernández busca el diálogo
con aquellos sectores con los que había permanecido distanciado el
gobierno justicialista. Esta reunión, que fue más protocolar
que política buscaba reanudar los contactos con la Casa Blanca.
La relación comercial (en la cual Estados Unidos conserva el carácter
de principal cliente pero si el peso porcentual de antaño), el caso
Colombia (en el que los norteamericanos instrumentan militar, económica
y políticamente a Alvaro Uribe), la valija de dólares (en
la que se buscó manchar la campaña presidencial de Fernández)
y la relación con el gobierno venezolano de Hugo Chávez (contra
el que Washington concretó un golpe de estado apoyado por España)
se pusieron sobre la mesa apenas en carácter expositivo.
Febrero 2008-02-02
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