TV en Línea homHome
BUENOS
AIRES.- La actual coyuntura dá las mayores esperanzas que jamás
se hayan tenido para modificar la Ley 22.285 que rige los medios de radiodifusión
(Radio y Televisión) en Argentina. El desmadre de la información
que se hizo en la crisis del campo, en el que prevaleció perversamente
el mensaje de los terratenientes golpistas decidió al gobierno de
Cristina Fernández a desandar las medidas que oportunamente tomara
Néstor Kirchner, quien le prorrogó las licencias por varios
años a los principales multimedios. El nuevo gestor del Comité
Federal de Radiodifusión (COMFER) Gabriel Marotto es una bocanada
de aire fresco en medio de tanta polución en contra de la democracia.
En solo una semana, la Presidenta recibió a las dos centrales obreras
(CGT y CTA), quienes pidieron un espacio de difusión en los medios
radioeléctricos para la clase obrera, como ya se hace con la Voz
de las Madres (de Plaza de Mayo) en el tema de los Derechos Humanos. Luego
lo hizo un grupo de expertos en comunicación y organizaciones de
medios comunitarios y por último empresarios privados que tienen
grandes intereses.
El consenso es que si no hay pluralidad de voces, la democracia es una falsedad.
Los intereses empresarios por sobre el beneficio de la sociedad o un modelo
de consumo aberrante por sobre la transmisión de valores son consecuencia
directa de la política de enajenación que el ex Presidente
Carlos Menem hizo con los medios de comunicación, que cedió
a precios viles a cambio de apoyo a su modelo de capitalismo salvaje.
La Ley en vigencia fue sancionada por el Proceso de Reorganización
Nacional que tomó el poder en la Argentina a sangre y fuego y en
su espíritu condena la libertad de expresión y la participación
democrática. En un cambio hecho por el menemismo, además se
le ha entregado algo tan vital como la propiedad de los medios a muchos
empresarios que solo privilegian el lucro por sobre el bien común.
Abril 2008-04-28
TECUM NOVO MundusNET
Libre repoducción con mención de la fuente.