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BUENOS AIRES.- La cúpula de la Iglesia Católica emitió un polémico comunicado con motivo de la crisis desatada por el lockout patronal que ha despertado adhesiones y rechazos no solo en la sociedad en general sino en la propia comunidad de fieles. Contrariando el espíritu de Cristo, la Conferencia Episcopal Argentina parece tomar partido por los que más tienen, es decir, los terratenientes.
LA NACION REQUIERE
GESTOS DE GRANDEZA
1. La Comisión
Permanente del Episcopado Argentino se ha reunido con motivo de la grave
situación planteada por el prolongado conflicto entre el sector agropecuario
y el Gobierno Nacional. Deseamos, con nuestra palabra y nuestra acción
pastoral contribuir al fortalecimiento de la paz social y de la democracia.
Nos sentimos obligados a preguntarnos nuevamente, y con dolor: ¿nuestras
relaciones seguirán marcadas por la confrontación? ¿Una
vez más nuestra vida social estará signada por la fragmentación
y el enfrentamiento? ¿Seremos incapaces de fundamentar nuestros vínculos
en un diálogo sincero y constructivo? ¿No hemos aprendido
nada de nuestra historia?
2. Es preciso que tomemos conciencia de que situaciones como ésta
que vivimos nos menoscaban como comunidad, nos aíslan del mundo y
en definitiva perjudican especialmente a los más pobres. Es más,
este conflicto ha puesto de manifiesto falencias profundas de nuestra vida
republicana. La persistencia misma del conflicto y la aparente imposibilidad
de resolverlo constituyen un signo de debilidad institucional; son una prueba
del escaso aprecio que, como sociedad, otorgamos a la importancia y dignidad
de la acción política como el ámbito propio para la
superación de las diferencias y el afianzamiento de la amistad social.
3. Consideramos que la solución sólo puede encaminarse mediante
gestos de grandeza y una vigencia aún más plena de las instituciones
de la República. Como ya hemos señalado, tenemos que
promover el verdadero federalismo, que supone el fortalecimiento institucional
de las provincias, con su necesaria y justa autonomía respecto del
poder central (93º Asamblea Plenaria).
No es propio de los poderes públicos empeñarse como parte
en los conflictos, sino abocarse a su solución como principales responsables
del bien común de acuerdo a las funciones que a cada uno de ellos
les atribuye la Constitución Nacional. La efectiva independencia
de los poderes legislativo y judicial es un punto clave de la plena vigencia
del estado de derecho.
4. Como nos recuerda la Doctrina Social de la Iglesia: Quienes tienen
responsabilidades políticas no deben olvidar o subestimar la dimensión
moral de la representación que consiste en el compromiso de compartir
el destino del pueblo y en buscar soluciones a los problemas sociales. En
esta perspectiva una autoridad responsable significa también una
autoridad ejercida mediante el recurso a las virtudes que favorecen la práctica
del poder con espíritu de servicio: paciencia, modestia, moderación,
caridad, generosidad (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia,
410).
5. Por otra parte, aunque hubieran reclamos justos, no es en las calles
ni en las rutas donde solucionaremos nuestros problemas. Pedimos, por ello,
encarecidamente al Gobierno de la Nación que convoque con urgencia
a un diálogo transparente y constructivo, y a los sectores en conflicto
que revean las estrategias de reclamo. Ni la moderación en las demandas,
ni la magnanimidad en el ejercicio del poder son signos de debilidad.
6. Es necesario que los habitantes de esta tierra bendecida abundantemente
por la Providencia hagamos un profundo examen de conciencia y nos decidamos
a obrar como ciudadanos responsables. Pensemos más en qué
podemos aportar a la Patria y no tanto en qué tiene que darnos el
país. Todavía son muchos los hermanos que viven en pobreza
y exclusión y que esperan de todos los argentinos un compromiso firme
y perseverante por la justicia y la solidaridad.
7. En los momentos difíciles los cristianos experimentamos más
intensamente la necesidad de la oración, de decirle a Jesucristo,
Señor de la Historia: Precisamos tu alivio y fortaleza, queremos
ser Nación. Para lograrlo, concédenos la sabiduría
del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Exhortamos a nuestros compatriotas a acompañar la oración
con un gesto de desprendimiento en favor de nuestros hermanos más
necesitados.
Ponemos este mensaje en las manos y en el corazón de nuestra Madre
de Luján, pidiéndole que una vez más interceda por
nosotros y acompañe el camino de las autoridades, de los dirigentes
de los diversos sectores y de todo el pueblo argentino.
Reunión Extraordinaria
de la Comisión Permanente
5 de junio de 2008
Junio 2008-06-07
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