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BUENOS
AIRES.- La Cámara de Diputados de Argentina fue el escenario en el
que la oposición buscó una vez más frenar las políticas
de gobierno. El radical jujeño Alejandro Nieva, enrostró al
gobierno de Cristina Fernández el haber sido cómplic e del
desmanejo de los españoles cuando manifestó que lamentablemente,
el secretario de Transporte no le avisó al jefe de campaña
de la señora presidenta Cristina Fernández de Kirchner para
que no recibiera el aporte de más de 300 mil pesos no recuerdo
bien el importe exacto- que hiciera la empresa Marsans a su campaña
presidencial. Deberían revisar el tema de los aportes de campaña,
porque por allí aparecen algunos problemas. Desde la oposición
observamos que desde la bancada Justicialista se han hecho esfuerzos para
corregir algunas cuestiones que se evidenciaban como problemáticas.
Sin embargo, a nuestro entender, no resuelven el fondo de la cuestión.
En lugar de cancelar los pasivos, los señores de Marsans, a través
de diversas figuras, en algún caso a través de una compañía
de fantasía, se compraron los créditos y se pagó el
total de la deuda con algunos bancos, como el AMRO Bank, BBVA, Citibank,
y también se canceló la deuda con Repsol-YPF por 57 millones
de dólares. Pero el tema es que en lugar de cancelar el resto de
las deudas, Marsans se subrogó en los derechos como acreedora de
su propio concurso. Nos encontramos con que por lo menos hubo ausencia del
gobierno nacional. No hubo una política para seguir esa situación;
más bien, hubo una política errática, toda vez que
en 2006 el ex presidente Kirchner viajó a España y luego de
ese viaje nos enteramos de una suerte de amnistía o perdón
hacia la empresa Marsans. Hay que reclamar al Estado español. Todavía
existe dinero disponible en la SEPI para las contingencias de un convenio
que no se cumplió adecuadamente. Esas son las líneas que se
pueden explorar y que no se exploraron.
Laura Sesma, del Partido Socialista de Córdoba desconoció
la forma en que se llega a la reestatización al mencionar que lo
que ha elegido el gobierno en el acta acuerdo, que es la compra de acciones,
es la peor de las salidas. Nuestro dictamen en minoría aporta una
propuesta, que es la expropiación. Entendemos que por medio de la
expropiación el Estado nacional es soberano para fijar el precio,
tiene la posibilidad, en forma minuciosa y detallada a través de
mecanismos institucionales y de los organismos que existen para ello, de
fijar un precio justo. Se trata de que el Estado no tenga que pagar una
deuda de la cual no es responsable y pueda convertirse en acreedor de la
empresa por las cargas sociales incumplidas, las multas impagas, etcétera.
En lo que a todas luces es un discurso sorprendente en un político
socialista agregó Nosotros proponemos crear esta empresa bajo
la forma jurídica de una sociedad del Estado, y consideramos muy
importante que la gestión empresaria sea participativa para evitar
la corrupción, el manejo discrecional y el clientelismo político.
Porque muchas veces las empresas del Estado terminan siendo botines de guerra
del gobierno de turno lo señalo en general- para generar empleo,
armar estructuras, solventar gastos de campaña, etcétera.
El socialista bonaerense Ricardo Cuccovillo comenzó du discurso dando
rodeos tales como estaba dividido entre las bandejas ocupadas por
compañeros que representan a los gremios, los compañeros de
la calle y el cumplimiento de mi función como legislador, con una
gran responsabilidad. Muchos de nosotros hemos compartido y sufrido los
dos lugares. Hemos sufrido golpes allí donde están nuestros
compañeros y quisiéramos que nuestra acción como legisladores
corrija esos errores para no avanzar en repeticiones. Aprovechó
la ocasión para recordarle al oficialismo la nefasta etapa menemista.
La decisión de la mayoría de nuestro país en
1989 fue acompañar al Partido Justicialista en la asunción
del gobierno, y este partido decidió avanzar en un proceso de reforma
del Estado, de privatización, cuando se creía que todo debía
ser entregado al mercado, y posiblemente algunos convencidos de eso, salieron
fervientemente a apoyarlo mientras que otros posiblemente hayan hecho algunos
acuerdos no tan santos. Recuerdo que venían los Dromi, también
algunos senadores y diputados, que querían convencer a los gremios
de las bonanzas de la privatización. Se realizaban seminarios, encuentros
y llegaban los Dromi, los funcionarios, los legisladores que adherían
a esa postura para tratar de convencernos. Lamentablemente, muchos fueron
convencidos y hoy tenemos los resultados. Desde el bloque del Partido Socialista,
entendemos que la empresa tiene que ser una sociedad del Estado, no tiene
que ser una sociedad anónima del Estado sino una sociedad del Estado
con participación de los trabajadores, de los usuarios, con participación
federal con representantes de cada una de las provincias porque cada uno
de los habitantes del país están interesados en que llegue
el vuelo a su lugar.
El radical jujeño Miguel Angel Biubergia manifestó su oposición
al decir que los radicales vamos a mantener en forma coherente nuestros
principios y nuestra conducta. Por lo tanto, así como en la década
del 90 nos opusimos a la privatización y entrega de Aerolíneas
Argentinas, ahora también nos vamos a oponer tenazmente a que el
pueblo argentino tenga que hacerse cargo de una deuda de 900 millones de
dólares, que no fue gestada por los ciudadanos de la República.
Fue así que llegamos a esta situación en la que, como se dijo
anteriormente, esta empresa fue adquirida por un dólar a la SEPI
en España. Pero no solo fue adquirida por este valor simbólico
sino que la SEPI puso 780 millones de dólares para su funcionamiento
y mantenimiento. Entonces, nos preguntamos cómo es posible que estos
recursos no se hayan puesto en beneficio de la sociedad argentina. En los
años 2004 y 2005 hemos presentado en esta Cámara reiterados
pedidos de informes a fin de que el secretario de Transporte nos dijera
qué estaba sucediendo en Aerolíneas Argentinas. Lamentablemente,
no contábamos con el número suficiente para que esos proyectos
se aprobasen y, de esa manera, conocer qué había ocurrido
con esos balances falsos que habían sido denunciados incluso
por algunos de nuestros funcionarios- en los fueros penales. En razón
de ello los bloques de la oposición establecimos con claridad, como
primer punto, rechazar terminante y absolutamente el acta acuerdo firmada
entre el señor Jaime y Marsans. Pero también rechazamos el
acta secreta suscripta por Jaime con Marsans y Air Comet el 15 de mayo de
2008.
El diputado bonaerense Adrián Pérez, de la derechista Coalición
Cívica planteó que como cuestión preliminar debo
decir que hay que reconocer que existe un nuevo estado en el proceso parlamentario.
Tal vez es lo único que tenemos para rescatar profundamente: hay
otro Parlamento; hay Parlamento. Después de mucho tiempo hay Parlamento
en la Argentina. Esto tiene que ver con un cambio que se ha producido en
la sociedad. Esto es algo que no sólo ha entendido el Poder Legislativo,
sino que también lo ha entendido muy claramente la sociedad. Durante
cinco o seis años tratamos distintos temas que involucraban diversos
intereses y, sin embargo, prácticamente nadie venía al Congreso.
Hoy en el Parlamento hay un desfile de productores cuando se tratan cuestiones
vinculadas con la agricultura y la ganadería, de jubilados cuando
se tratan cuestiones vinculadas a la actualización de haberes, de
gremios que representan a los trabajadores de Aerolíneas y Austral
y de usuarios de esas empresas. Ahí viene mi diferencia con lo que
plasma el proyecto del oficialismo. ¿Corre el acta acuerdo? Sí.
¿Rechaza el acta acuerdo? No. De modo tal que hay una especie de
sentido simbólico que quiere dar el Parlamento, decirle al funcionario
de marras: Jaime, lo que usted hizo es un robo y está mal.
Creemos que es necesario mantener el transporte aerocomercial porque es
fundamental para el país. ¿En qué más creemos?
Que quien debe hacerse cargo hoy de esta situación, ante una aerolínea
que presta el 70 por ciento de los vuelos de cabotaje, es el Estado nacional.
Creemos que es necesario garantizar el transporte y consideramos que de
ello debe hacerse cargo el Estado nacional. ¿En qué más
creemos? En que lo más valioso que tiene Aerolíneas Argentinas
es el personal, y que por lo tanto es fundamental mantener el trabajo de
esas nueve mil personas calificadas de Aerolíneas y de Austral; hay
que mantener su trabajo, su categoría y su función. También
es necesario mantener las rutas, que en definitiva son una concesión
del Estado. ¿Qué es en lo que no creemos? Aquí radica
nuestra diferencia con el oficialismo. No creemos que haya que convalidar
una deuda fraudulenta de Marsans, amparada por un comportamiento delictivo
y de connivencia de Jaime. Lamentablemente, el proyecto que hoy se está
tratando no invalida esta cuestión y voy a explicar por qué.
Estamos convencidos de que Marsans ha llevado adelante un vaciamiento y
un robo. También estamos convencidos de que el proyecto en consideración
implica la convalidación de ese vaciamiento y robo, el que se quiere
cargar a todos los argentinos. A esto no estamos dispuestos.
El macrista porteño Esteban Bullrich siguió a pie juntillas
la posición del arista Pérez al decir ha habido un trabajo
importante en recibir opiniones, ampliar el debate y plantear un proyecto
que claramente estuvo abierto a recibir modificaciones. De todos modos,
como dijo el diputado Pérez, el proyecto se queda a mitad de camino.
La señora diputada Daher habló de la compra de acciones. Pero
para finalizar con el cúmulo de idioteces, creo que esa podría
considerarse la cereza del postre. Digo esto porque tal como lo explicaron
con anterioridad dos señores diputados es importante que esto
se entienda-, cuando se compran las acciones de una empresa se están
adquiriendo las deudas, los pasivos y los activos. Pero como no tiene activos,
cuando compramos las acciones de esta empresa en realidad estamos comprando
los pasivos y la deuda.
Agosto 2008-08-22
NOVO MundusNET Televisión
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