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BUENOS AIRES.-
Con una impensada gresca se interrumpió el Congreso Nacional del
Partido Socialista de Argentina, cuando dos sectores enfrentados se tomaron
a golpes de palo y puño en la inmediaciones del predio de Costa Salguero
en la capital porteña. Desde la gestión de Rubén Guistiniani
como jefe del Partido, se ha generado una inclinación marcada a la
derecha que ha generado la resistencia de los viejos militantes.
En el Congreso llamado por Giustiniani se habría pretendido hacer
una puesta en escena para formalmente echar a los dirigentes socialistas
de la Provincia de Buenos Aires, entre los que se destacan Ariel Basteiro
y Oscar González, diputado y vicejefe de gabinete, a quienes acusan
de estar en favor del gobierno justicialista de Cristina Fernández.
El Presidente de los socialistas, en cambio, fue compañero de fórmula
de Elisa Carrió de la derechista Coalición Cívica.
Además, estarían estableciendo nexos con el Jefe de Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri.
El sector de Giustiniani apoyó al sector terrateniente en la crisis
con el campo, en tanto que sus contendientes conmilitantes se limitaron
a manifestar su decepción con la actitud de la otrora amigable Federación
Agraria.
SEPTIEMBRE
2008-09-07
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