Por Andrés Pescara.
BUENOS
AIRES.- Luego de que echara a su primo Jorge con una excusa poco creíble
(posgrado en el exterior), al multimillonario Jefe de Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires, Mauricio Macri es testigo del primer PRO-disidente desde
la fundación de la agrupación ultraderechista. El malestar
bonaerense es grande porque se sienten desplazados por el arribismo de Felipe
Solá y Francisco De Narváez, recién llegados a su agrupación.
El interventor porteño Néstor Grindetti (Ministro de Hacienda
de la Ciudad de Buenos Aires) no puede contener a los dirigentes Viviana
Arcidiácono (Senadora Provincial), Carlos Fiorentino (concejal de
Lomas de Zamora) y Cristian Raff (Presidente del PRO de Vicente López),
quienes serían los primeros de un numeroso grupo de jefes de base
y distritos que se sienten menospreciados por los capitalinos.
Quienes comenzaron el éxodo, que se convertiría en una verdadera
sangria que no podría detener ni la alianza con el ex peronista Eduardo
Duhalde, son los que organizaron los mayores actos del año pasado
durante la campaña electoral de la cual se valió el actual
titular del Poder Ejecutivo de la Ciudad.
Jorge Macri, por orden de su primo, retornó raudamente a la Argentina
para controlar su tropa, que para su sorpresa tomó su actitud como
una claudicación cobarde y no le respondería en lo inmediato.
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FEBRERO 2009-02-28