LA
RIOJA.- Los restos del Obispo Enrique Angelelli, asesinado durante el Proceso
militar de Argentina, fueron exhumados en busca de pruebas que certifiquen
declaraciones recientes de un testigo que asegura haber visto como el religioso
católico fue asesinado y luego arrojado en la ruta en la que el 4
de agosto de 1976 se simuló un accidente entre su camioneta Fiat
125 y un Peugeot 404 que pertenecía a Nelson Garnica, ex suboficial
de la Fuerza Aérea.
En momentos del asesinato, el conductor del Obispado riojano se dirigía
a la Ciudad de Buenos Aires con pruebas de la participación militar
en el asesinato de dos sacerdotes de su diócesis. Carlos Murias y
Gabriel Longueville habían caído bajo el accionar de las fuerzas
represivas instaladas en la provincia unos meses antes del golpe de Marzo
de ese año.
La oligarquía local ya le había pedido al Arzobispado de Buenos
Aires la remoción del Obispo por considerarlo demasiado comprometido
con la suerte de los pobres y la Teología de la Liberación
a la que adherían gran parte de los cristianos de principios de los
70.
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ABRIL 2009-04-28
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