MONTEVIDEO.- Una verdadera derrota ha sufrido el gobierno de Jorge Batlle
tras la unánime votación que los uruguayos han hecho para
que la empresa ANCAP (estatal, dedicada al petróleo) siga en manos
orientales. Casi el 60 % de los votantes dio por sentado que no se debe
enajenar el patrimonio nacional, en un mecanismo que permite la actual Constitución,
en la que los ciudadanos pueden llamar a referéndum para discutir
alguna medida gubernamental.
Jorge Batlle, enfrenta la última etapa de su gobierno con un desgaste
superior al imaginado poco tiempo atrás. El mandatario colorado ha
sufrido serios desaciertos en política interna, económica
y diplomática. Recordemos que un poco mas de un año atrás
trató a sus hermanos argentinos de "chorros, del primero al
último" en lo que mereció una disculpa pública
en un apretado viaje a Buenos Aires. Ese incidente se repitió cuando
en el año 2003 vaticinó el retorno de Carlos Menem (con quien
lo une su afinidad a Estados Unidos) al poder. En la última semana,
un asesor suyo dijo que el Presidente argentino Néstor Kirchner era
alguien que respaldaba a los guerrilleros.
Pero los episodios con su vecino rioplatense no termina allí, ya
que no solo cajoneó el juicio a los asesinos de la nuera del poeta
Juan Gelman sino que además tiene en carpeta destinar como agregado
militar de su Embajada porteña a un marino, Juan Craigdalle, involucrado
en la represión.
Por otra parte, la diplomacia charrúa ha perdido su tradicional concepto
de la "Suiza de América" al encolumnarse con Estados Unidos
y el gobierno de George W. Bush no solo en la invasión a Irak sino
también en una extemporánea condena al líder cubano
Fidel Castro.
Jorge Batlle sorprendió en un comienzo por sus conductas poco acartonadas,
pero al final de su mandato sigue sorprendiendo, aunque por su desubicación.
Diciembre 2003-12-24 ©