TEHERAN.- Un terremoto de 6,3 en la escala de Richter destruyó la
ciudad del sudeste iraní de Bam, con un saldo provisorio de 28 mil
muertos y cientos de miles de heridos. El desastre natural, fue demoledor
y dejó a la ciudad completa sin agua ni electricidad, con el consiguiente
riesgo de epidemias sanitarias.
Ante la imposibilidad de enfrentar solos el infortunio, el gobierno iraní
abrió sus fronteras a grupos de rescate de casi 41 países,
incluido su archienemigo Estados Unidos. Al momento de redactar esta nota
se suspendían la remoción de escombros ante la certeza de
que nadie puede seguir sobreviviendo ante los intensos fríos nocturnos.
El cementerio del lugar ya no da abasto y los sobrevivientes entierran a
sus parientes en cualquier lugar, antes de emigrar a las ciudades mas cercanas.
Los dos hospitales de una ciudad histórica y con gran importancia
cultural en el mundo, quedaron destruidos, por lo que la atención
debe hacerse en las calles, en medio de las ruinas de lo que alguna vez
fue el casco principal de esa urbe.
Los iraníes consideran que este ha sido el peor desastre natural
del presente siglo, y creen que la vida del país completo no volverá
a ser igual después de tanta tragedia, que ha afectado mas incluso
que la propia guerra con su vecino Irak veinte años atrás.
La Argentina ha manifestado su disposición a ayudar en las tareas
de reconstrucción.
Diciembre 2003-12-30 ©