MEXICO (DF).- En la ciudad de Monterrey, los mandatarios
americanos (con la excepción de Cuba) arribaron a los pocos avances
que generalmente tiene este tipo de encuentros protocolares. Sin embargo,
quedaron cuatro puntos a destacar, como son la inusualmente dura declaración
final, la salida al mar de Bolivia, la conspiración hispano-norteamericana
contra la democracia de Venezuela y la tirante relación entre Estados
Unidos y la Argentina.
El cierre, en el discurso final a cargo del Presidente argentino Néstor
Kirchner (que es el organizador del próximo encuentro en el 2005),
fue duro contra los organismos internacionales y fundamentalmente con el
papel de rueda de auxilio que Estados Unidos debe cumplir en la región.
Al ser el próximo anfitrión, también tiene la responsabilidad
de establecer la agenda que tratarán en doce meses.
La salida al mar de Bolivia es otro de los temas complejos, ya que Chile
comenzó a amenazar con cortar relaciones con aquellos países
que apoyen el retorno al mar del país del altiplano. El problema
trajo los inconvenientes que le costaron la Presidencia a Gonzalo Sánchez
de Losada (hoy exiliado en Estados Unidos), donde las exportaciones de gas
al país del norte, lo harían por un puerto chileno en lugar
de usar uno peruano. La raíz del problema es la guerra con los trasandinos
que le costó la salida al mar. Argentina apoyó la declaración
al igual que el resto de los países, pero no pudo ser parte de la
declaración oficial porque el gobierno de Ricardo Lagos (apoyado
por Washington) comenzó a aventar fantasmas de ruptura regional.
El otro punto candente es la democracia venezolana, donde Hugo Chávez,
el Presidente mas popular que el país caribeño ha tenido desde
la salida de las dictaduras, sufre día a día el sabotaje de
Estados Unidos y de España, los únicos países que un
año atrás apoyaron el efímero golpe de la derecha.
La acción de gobierno, con fuerte incidencia en el mercado mundial
del petróleo, con PDVSA molesta a las multinacionales de Occidente.
Con ese objetivo, inventan y sostienen a sueldo a grupos de agitadores,
fundamentalmente reclutados de las clases altas y los burócratas
de la vieja clase política, que ha sido desplazado desde el avance
de la República bolivariana.
Y el tercer punto ha sido el encuentro protocolar entre Néstor Kirchner,
presidente argentino y su par norteamericano George W. Bush, tras el incidente
diplomático generado por declaraciones del subsecretario Roger Noriega,
que se explayó en forma despectiva hacia nuestro país. (Ver
nota aparte).
En la Cumbre estuvo presente el titular del Fondo Monetario Internacional,
el alemán Horst Koheler, quien tuvo conversaciones con el mandatario
de Argentina para decirle en persona que el país había superado
satisfactoriamente la revisión del organismo acreedor. Por otra parte,
sugirió que mejore la propuesta a los acreedores privados.
Como siempre, lo principal se hizo en los pasillos y entre los funcionarios
de menor rango, mientras el protocolo mostraba a risueños dirigentes
para la foto final.
Enero 2004-01-15 ©