Autorizan la fusión Quilmes-Ambev en Argentina,
pero con reservas.
Después de casi un año, y a pedido del Presidente brasileño Luis Lula Da Silva, se resolvió administrativamente el problema de la fusión entre las empresas cerveceras Quilmes y Brahma. La Secretaría de la defensa de la Competencia, sin embargo, ha puesto condiciones y plazos para evitar una concentración excesiva que puede distorsionar el mercado interno.
De esta forma se formaliza la adquisición del 37 % de Quinsa (dueña de Quilmes) por parte de los bresileños, donde aportará u$s 200 millones de activos y $ 500 millones de capitalización. La familia Bemberg, por la operación recibirá cerca de u$s 300 millones. Pero esta unión, montada en la ya de por sí agraciada porción de mercado que la empresa sureña tenía en nuestro país, le da un posición dominante que desde el gobierno han decidido recortar.
Para ello, deben desprenderse de las marcas Bieckert, Palermo y elegir entre Heineken, Imperial o Norte. Quienes adquieran estas últimas tres, que debe ser un jugador internacional que no participe en el mercado actualmente en forma directa, podrán adquirir la planta industrial de la ciudad de Luján, que había sido montada por los brasileños de Brama. A su vez, la planta de malta de la localidad bonaerense de Lavallol (que era de Quilmes) debe ser vendida a otra empresa distinta a la que adquiera el trío mencionado.
Por otra parte, en las ventas, se debe garantizar la distribución que actualmente existe, hasta por lo menos el año 2010, plazo en el cual Quilmes-Ambev puede desentenderse de dicha responsabilidad. Los compradores, no podrán, hasta terminada la década, establecer alianzas estratégicas con los vendedores, que haría sospechar de una "entente" que obligue a una posición comercial demasiado poderosa.
(Extraído del Nº 12/2003 de ECO Informativo DigiTAL)