230.000 familias en riesgo
de perder su vivienda.
BUENOS AIRES.- A partir de la fecha, los bancos y acreedores privados quedan facultados para ejecutar viviendas que estén en mora con el pago de sus hipotecas. Ello pone en peligro el techo de casi 230 mil familias de nuestro país, que son el cuadro viviente de las injusticias de la última década. Muchos de los morosos han perdido su trabajo, su capacidad de pago, o se han visto perjudicados por la devaluación (en el caso de los privados o aquellos que superaban la cifra de pesificación).
Aunque los bancos han dicho que prefieren negociar con los deudores antes que ejecutar las garantías (que son las mismas casas hipotecadas), esto solo depende de lo que logren los ahorristas que insisten en la devolución en dólares de sus depósitos. Si esto se diera en su favor, sería inmediata la ejecución de todos los morosos (aun con apenas tres meses de atraso) ya que las entidades financieras necesitarán fondos en forma urgente.
Otro de los problemas con los que se encuentran aquellos que verán rematadas sus viviendas es el accionar de la "liga". Esta, consentida por la propia corporación de rematadores, copa las salas de remate y se hace de los bienes solo por el monto de la base, cifra generalmente ínfima contra el valor total de las propiedades. Los deudores realizaron muestras de resistencia ante este atropello, pero por el momento reina el silencio en el gobierno.
Febrero 2003-02-03 ©